martes, 2 de febrero de 2010

ESTAS TRISTE? O DEPRIMIDO? PARTE II



Existen otros importantes aspectos acerca de la depresión, que considero importante se conozcan.

En primer lugar, existen síntomas depresivos, síndromes depresivos y el trastorno depresivo. Un síntoma es una característica, en este caso, hablamos de una característica depresiva (por ejemplo, una persona presenta dificultades de concentración). Un síndrome es un conjunto de síntomas que no llegan a ser suficientes para establecer el diagnostico de depresión (por ejemplo, una persona que presente dificultades para dormir, para comer y animo depresivo). Y un trastorno, tal y como les explique en la Parte I, es aquel que cumple con el numero e intensidad de síntomas establecidos como criterios diagnósticos. Establecer esta diferencia puede muchas veces ser algo complicado para alguien que no es un profesional en salud mental como los psicólogos y los psiquiatras, por lo cual reitero la importancia de que aquellas personas que tengan dudas acerca de lo que pueda estar pasando consigo mismas o con seres cercanos, asistan a consulta para ver qué es lo que está ocurriendo. La depresión al igual que muchas otras enfermedades al ser tratada a tiempo, puede ahorrar muchísimo sufrimiento a la persona que la padece, así como también, previene la posibilidad de que dicho cuadro al volverse más severo se pueda volver crónico.

La depresión se presenta en episodios (lapsos de tiempo). Por ejemplo, una persona puede experimentar una depresión que dure desde algunas semanas, hasta varios meses. Existen personas que han atravesado por un episodio depresivo único, y otras que en las cuales los episodios depresivos han sido recurrentes, es decir, que ha presentado episodios depresivos separados por un periodo de tiempo mínimo de dos meses. Entre un episodio y otro, puede que en la persona hayan desaparecido todos los síntomas depresivos o también puede ser que presente algún síntoma o síndrome depresivo. Estos últimos son más propensos a depresiones crónicas. Para que una persona sea diagnosticada de un trastorno depresivo crónico deberá haber padecido diferentes episodios depresivos a lo largo de un periodo de tiempo de mínimo dos anos. Las personas que hayan padecido de un trastorno depresivo único tienen un 60% de probabilidades de presentar otro episodio en el futuro. Aquellos que han padecido de dos episodios tienen un 70% de probabilidades de padecer un tercer episodio. Y las personas que han padecido un tercer episodio tienen un 90% de probabilidades de padecer un cuarto episodio. Los episodios depresivos pueden aparecer en espacios de tiempo separados por anos o por meses, a mayor frecuencia entre uno y otro, el pronóstico se hace más desfavorable. Estos periodos de tiempo en los cuales los síntomas disminuyen o desaparecen, son conocidos como remisiones. Los síntomas depresivos remiten porque nuestro sistema nervioso nunca deja de intentar restablecer el balance neuroquímico, sin embargo, tiene poco éxito. El DSM-IV señala que existen estudios que indican que por lo general el primer y segundo episodio depresivo es generado por estresores (situaciones, acontecimientos, etc.), pero que en el caso de las personas que hayan padecido un tercer o cuarto episodio puede existir una predisposición genética.

Los episodios depresivos pueden presentarse con diferentes grados o niveles de intensidad y de número de síntomas. Los niveles son: Leve, Moderado y Grave. En el caso de las depresiones leves, estas pueden ser tratadas únicamente con tratamiento psicológico. En el caso de las depresiones moderadas, el trabajo interdisciplinario con el psiquiatra y su tratamiento farmacológico es más que recomendable y en muchos casos necesarios (el trabajo conjunto entre psicólogo y psiquiatra tiene un 60% más de probabilidades de éxito en el tratamiento y recuperación del paciente). En las depresiones graves es absolutamente necesario, y también debe tener tratamiento psicológico. Las depresiones graves son las únicas que pueden cursar conjuntamente con síntomas psicóticos (solo en algunos casos). Los síntomas psicóticos más frecuentes en las depresiones son algunas alucinaciones simples e ideas delirantes o delusiones de culpa o persecución (estas últimas pueden ser de mal pronóstico).

Es importante también que sepan reconocer el estado de "duelo". Este es un estado afectivo que presenta las características de un trastorno depresivo, durante su periodo de dos meses como máximo, pero que surge de un acontecimiento altamente estresantes, como por ejemplo, la pérdida de un ser querido. Las personas que atraviesan por un estado de duelo, es recomendable que también reciban apoyo psicológico, pues en muchos casos, si es que la persona no logra superar los acontecimientos experimentados el cuadro podría complicarse y convertirse en un trastorno depresivo u otros.

La depresión es un trastorno que presenta múltiples síntomas de diferente tipo, estos son; fisiológicos, conductuales, cognitivos, afectivos, somáticos e interpersonales. La terapia cognitivo-conductual, basa sus procedimientos y técnicas en cambiar la manera como las personas interpretan y perciben los acontecimientos y la realidad que los rodea. Debido a que sostiene a que es nuestra manera de interpretar las cosas, muchas veces de manera errada, las que nos lleva a tomar muchas veces decisiones y acciones poco saludables, al punto que pueden llegar a que atravesemos por distintos trastornos.

Si notamos bien, las personas con depresión, casi siempre tienden a realizar juicios de valor negativo, hacia sí mismo, hacia el mundo y hacia el futuro (triada cognitiva de Beck). Sus pensamientos tienden a ser de incompetencia, de inutilidad, de incomprensión por parte de los demás, etc. La terapia cognitiva-conductual, cuenta con diferentes técnicas que llevan a la persona a cambiar por sí mismas dichas interpretaciones. En un inicio se trabajo con técnicas conductuales, que llevan a la persona a tomar acciones que les demuestren lo competentes, útiles y valorados que son. Para luego trabajar directamente en el cambio de sus cogniciones, es decir, en la manera como perciben e interpretan las cosas.

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