lunes, 9 de julio de 2012

CELOS: NO, NO PUEDES EVITAR QUE TE ENGAÑEN


Es natural que los celos puedan estar presentes en cualquier relación. Lo podemos ver en el día a día, ya sea en nuestra propia relación, en la de nuestros amigos, padres, familiares, etc. Y también podemos observar que la manera como cada quién los expresa varía enormemente de persona a persona tanto en la forma, como en la intensidad con la que son expresados.

Es muy común escuchar a la gente explicar en las que los celos son producto de la inseguridad que experimenta una persona. Y es verdad, esta es en parte una buena y concreta explicación. Pero la inseguridad que despierta los celos no se da por sí sola, es decir, uno no se vuelve inseguro “porque si”. 

Las personas celosas suelen pensar y reconocer que son celosas, pero que solo lo son cuando su pareja le da motivos, tendiendo a justificarse en ello y traspasando la culpa o gran parte de esta a su pareja. Como es natural, las situaciones que vivimos o experimentamos pueden influir en la manera como nos sentimos y actuamos. Sin embargo, es nuestra manera de pensar o interpretar las  situaciones que vivimos la que influye en mayor medida sobre nuestras emociones y nuestras acciones.

Por ejemplo, un/a enamorado/a celoso/a puede sentir una gran ansiedad al observar a su pareja enviar mensajes de texto desde su teléfono sin saber quién es el destinatario, ante lo cual podría reaccionar preguntando de inmediato “¿con quién te escribes?” y luego proceda a pedirle el celular para revisarlo y solo así calman su ansiedad. Todo esto impulsado por una serie de interpretaciones inferencias o suposiciones “y si me está engañando con la persona con la que se está escribiendo”, “y si se está escribiendo con alguien que les gusta”, “Y si se está escribiendo con ese amigo que le gustaba, de repente me deja porque ya no le gusto tanto como él/ella”, “y si se está escribiendo con su ex, de repente ya no me ama o amo más a su ex”,  etc.

Pero dichas inferencias o suposiciones provienen de una creencia o creencias que la persona sostiene (y que pueden hacer formadas por diferentes razones o experiencias de la persona). Creencias tales como: “Tengo que estar siempre seguro y tener toda la certeza de que mi pareja me es fiel”, “Si mi pareja me es infiel sería terrible”, “Si mi pareja me es infiel no podría soportarlo”, entre otros.

Las personas celosas necesitan reafirmar de una u otra forma que su pareja les es totalmente fiel (incluso en lo más mínimo). Es decir, necesitan sentir que tienen pleno control de la situación y de sus parejas, y cuando sienten que no tienen el control y certeza de lo que piensan, sienten y hacen sus parejas, lo interpretan como un inminente peligro.

Nombré el título de este post así, porque finalmente el mensaje para todos (seamos celosos o no) es entender que no podemos controlar a las personas. No podemos controlar lo que piensan, sienten y hace. Si una persona quiere ser infiel y está decidida pues podrá hacerlo con facilidad.

Ser infiel puede ser un acto sumamente fácil y lo único que puede frenar a una persona de no serlo es su sistema de valores y su capacidad de autocontrol, y claro, el sentimiento que mantiene por su pareja. Sé que la incertidumbre que produce el no poder garantizar al 100% la fidelidad de tu pareja es algo bastante incómodo. Pero se vuelve aún más incómodo, deprimente y doloroso, cuando nos damos cuenta de que nuestros celos generaron los suficientes conflictos y desconfianza como para que perdamos a alguien que de verdad nos importaba como amor.

No, no puedes evitar que te engañe tu pareja (puede hacerlo adrede o por accidente), el/la único/a que puede es él/ella mismo/a. Lo único que podemos hacer (y que no es poco) es amarla. Es decir, comunícate con ella, hablen de cómo se sienten. Dale tu confianza, si estas con él/ella, es porque en él camino te demostró que la merecía (y si no es así evalúa bien porque están juntos entonces).  Y siempre recuerda que confiar siempre involucra un riesgo. Pero que si mantienes tu relación en base buena comunicación y confianza, las probabilidades de atravesar por una experiencia tan desagradable como una infidelidad se reducen. Aceptar esto en vez de aferrarnos a algo que no podemos hacer y disfrutar cada momento lo más que podamos con esa persona, es lo único que podemos hacer (y que como les dije, no es poco)

¡Mucho ánimo y fuerza!

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