Es natural que los celos puedan
estar presentes en cualquier relación. Lo podemos ver en el día a día, ya sea
en nuestra propia relación, en la de nuestros amigos, padres, familiares, etc.
Y también podemos observar que la manera como cada quién los expresa varía
enormemente de persona a persona tanto en la forma, como en la intensidad con
la que son expresados.
Es muy común escuchar a la gente
explicar en las que los celos son producto de la inseguridad que experimenta
una persona. Y es verdad, esta es en parte una buena y concreta explicación.
Pero la inseguridad que despierta los celos no se da por sí sola, es decir, uno
no se vuelve inseguro “porque si”.
Las personas celosas suelen
pensar y reconocer que son celosas, pero que solo lo son cuando su pareja le da
motivos, tendiendo a justificarse en ello y traspasando la culpa o gran parte
de esta a su pareja. Como es natural, las situaciones que vivimos o experimentamos
pueden influir en la manera como nos sentimos y actuamos. Sin embargo, es
nuestra manera de pensar o interpretar las
situaciones que vivimos la que influye en mayor medida sobre nuestras
emociones y nuestras acciones.
Por ejemplo, un/a enamorado/a
celoso/a puede sentir una gran ansiedad al observar a su pareja enviar mensajes
de texto desde su teléfono sin saber quién es el destinatario, ante lo cual
podría reaccionar preguntando de inmediato “¿con quién te escribes?” y luego
proceda a pedirle el celular para revisarlo y solo así calman su ansiedad. Todo
esto impulsado por una serie de interpretaciones inferencias o suposiciones “y
si me está engañando con la persona con la que se está escribiendo”, “y si se
está escribiendo con alguien que les gusta”, “Y si se está escribiendo con ese
amigo que le gustaba, de repente me deja porque ya no le gusto tanto como
él/ella”, “y si se está escribiendo con su ex, de repente ya no me ama o amo
más a su ex”, etc.
Pero dichas inferencias o suposiciones
provienen de una creencia o creencias que la persona sostiene (y que pueden
hacer formadas por diferentes razones o experiencias de la persona). Creencias
tales como: “Tengo que estar siempre seguro y tener toda la certeza de que mi
pareja me es fiel”, “Si mi pareja me es infiel sería terrible”, “Si mi pareja
me es infiel no podría soportarlo”, entre otros.
Las personas celosas necesitan
reafirmar de una u otra forma que su pareja les es totalmente fiel (incluso en
lo más mínimo). Es decir, necesitan sentir que tienen pleno control de la
situación y de sus parejas, y cuando sienten que no tienen el control y certeza
de lo que piensan, sienten y hacen sus parejas, lo interpretan como un
inminente peligro.
Nombré el título de este post
así, porque finalmente el mensaje para todos (seamos celosos o no) es entender
que no podemos controlar a las personas. No podemos controlar lo que piensan,
sienten y hace. Si una persona quiere ser infiel y está decidida pues podrá
hacerlo con facilidad.
Ser infiel puede ser un acto
sumamente fácil y lo único que puede frenar a una persona de no serlo es su
sistema de valores y su capacidad de autocontrol, y claro, el sentimiento que
mantiene por su pareja. Sé que la incertidumbre que produce el no poder
garantizar al 100% la fidelidad de tu pareja es algo bastante incómodo. Pero se
vuelve aún más incómodo, deprimente y doloroso, cuando nos damos cuenta de que
nuestros celos generaron los suficientes conflictos y desconfianza como para
que perdamos a alguien que de verdad nos importaba como amor.
No, no puedes evitar que te
engañe tu pareja (puede hacerlo adrede o por accidente), el/la único/a que
puede es él/ella mismo/a. Lo único que podemos hacer (y que no es poco) es
amarla. Es decir, comunícate con ella, hablen de cómo se sienten. Dale tu
confianza, si estas con él/ella, es porque en él camino te demostró que la
merecía (y si no es así evalúa bien porque están juntos entonces). Y siempre recuerda que confiar siempre
involucra un riesgo. Pero que si mantienes tu relación en base buena
comunicación y confianza, las probabilidades de atravesar por una experiencia
tan desagradable como una infidelidad se reducen. Aceptar esto en vez de aferrarnos a algo que no podemos hacer y disfrutar cada momento lo más que podamos con esa persona, es lo único que podemos hacer (y que como les dije, no es poco)
¡Mucho ánimo y fuerza!
No hay comentarios:
Publicar un comentario